¿Qué NO es contenido de calidad?

Por Daniel Moreano

Una de las premisas al momento de plantearse una comunicación por medios digitales, es la generación de contenido de calidad. De hecho, quizá aquello de “contenido de calidad” se ha vuelto un lugar común en el mundo de la comunicación. 

La definiciones de contenido de calidad son varias, y una búsqueda rápida en Internet puede dar cuenta de las diversas aristas alrededor del concepto y la cantidad de literatura al respecto. No es para menos, es una idea clave para cualquier comunicador/relacionista público/publicista/marquetero de hoy en día. 

En este caso, nosotros queremos llegar a una definición a partir de la oposición al concepto. Es decir, nos vamos a plantear la pregunta: ¿qué NO es un contenido de calidad?

Aquí te dejamos 3 ideas a considerar:

  1. Copiar contenido: Es el concepto más importante a tener en cuenta, aunque parezca el más obvio. Resulta el concepto más importante ya no solo por infringir derechos de autor de los generadores de contenido, una idea tan venida a menos en el apogeo de la Web 3.0 ó 4.0, sino porque los propios algoritmos de los motores de búsqueda te pueden penalizar. Un contenido copiado no aporta nada nuevo, nada significativo al lector,  solo acumula/satura data (del mismo tema) en Internet. Una acumulación de información significa un mayor esfuerzo de los motores de búsqueda para indagar en aquel contenido relevante para el usuario; aquel mayor esfuerzo es algo que Google y empresa similares prefieren evitar; es por eso que cada día se sofistican aún más para relegar a las últimas páginas de búsqueda aquellas publicaciones que no aportan nada nuevo.

  2. Mala ortografía: Las normas ortográficas, también venidas a menos en tiempos de mensajería cada vez más instantánea, es otro elemento fundamental a tener en cuenta. No queremos decir que debas ser un poeta o bestseller para comunicar por Internet, pero sí cuidar las normas básicas de redacción y ortografía para que el lector no se escandalice y levante una barrera inmediata con tu contenido. Es probable que tus ideas y aporte sean significativas para el público, pero si un usuario se encuentran con desastres ortográficos, no continuará con tu lectura o se va a distraer en la divertida tarea de encontrar errores ortográficos o de redacción..  

  3. Contenidos engañosos: Captar tráfico hacia tus sitios web es una tentación. Para muchos webmasters es el indicador más significativo para valorar la sustentabilidad de su presencia en Internet (un concepto también venido a menos). Es esta motivación la que puede confundirnos, y llevarnos a proponer contenidos “pesca” al público. Es decir, contenidos cuyo único objetivo es generar una visita (un click a tu sitio web) a tu portal. En otras palabras, es contenido que no aporta nada a la búsqueda del usuario, solo “engaña para conseguir una acción del usuario. Esta práctica puede servirte en un principio, pero tiende a provocar dos situaciones catastróficas para tu posicionamiento: mala experiencia del usuario y penalización de los motores de búsqueda (cada vez más sofisticados para identificar estas prácticas).