Tres lecciones de comunicación que nos deja la última temporada de Stranger Things

La llegada de la quinta y última temporada de Stranger Things no sólo marca el cierre de una de las historias más vistas del streaming en la última década, también es un recordatorio de cómo una marca puede construir conversación, anticipación e impacto cultural a través de una estrategia inteligente y emocional.

La serie nos deja valiosas lecciones para quienes trabajamos en comunicación. Aquí comparto tres lecciones:

1. El poder de las etapas: no lo cuentes todo de una sola vez

Netflix decidió estrenar Stranger Things 5 en tres momentos: un primer volumen a finales de noviembre, un segundo el 25 de diciembre, y el final épico en Año Nuevo.

¿El resultado? La audiencia vuelve una y otra vez  por lo que el interés no se diluye en una sola conversación efímera sino que con cada entrega se generan nuevas teorías, análisis, memes, comentarios y emoción colectiva.

¿Cuál es la lección? Dejar de pensar en lanzamientos como un solo gran golpe, sino que hay que diseñarlos como viajes: adelantos, hitos, piezas nuevas para mantener vivo el interés y la conversación de manera prolongada. El engagement sostenido vale más que el ruido inmediato.

2. Haz del final un momento memorable, no un simple cierre.

Netflix estrenará el capítulo final de Stranger Things 5 también en cines. Esto transforma el final en un evento. No es solo “el último episodio”, sino una despedida en un  espacio compartido.

Las marcas a veces cierran ciclos de forma silenciosa, perdiendo la oportunidad de convertir esos momentos en hitos memorables.

¿Cuál es la lección? Celebrar los finales. Cuando un proyecto termina, cuando una edición limitada cierra, cuando un programa llega a su meta… dale un cierre digno de recordarse. Esto fortalece la historia de tu marca y genera un sentimiento positivo que perdura.

3. La coherencia narrativa sigue siendo el mejor camino a la confianza

Stranger Things ha sabido mantener una narrativa sólida a lo largo de los años: personajes queridos, tensiones bien construidas, referencias culturales cuidadas y una identidad estética reconocible. En la quinta temporada, esa coherencia se vuelve aún más evidente.

¿Cuál es la lección? No cambies de tono, de mensaje o de identidad cada vez que aparece una nueva tendencia. La coherencia narrativa es un activo. Las audiencias confían en las historias que sienten auténticas y bien construidas.

Siguiente
Siguiente

Aprovechar la ola: el caso del Mundial de Desayunos de Ibai Llanos